Pero no, me aguanté por aquello de que guarreria de contaminación tirar una moneda cada vez que uno de los 1.4 millones de visitantes anuales pasan por una de las mayores obras de ingenieria del mundo, el Hoover Dam, la presa Hoover.
Y aquí las fotos, de más calidad que las que volgué en Instagram, hechas con la reflex de la Anna.