Mi séptimo Mobile World Congress, edición vulgar 2012.

Andreu Ibanez marzo 02, 2012

Podíamos decir que las ferias están en declive por que las empresas mayormente no realizan presentaciones de nuevos productos, aunque la verdad es que la culpa es del propio internet, donde las informaciones y los rumores se divulgan con la inmediatez del rayo.

Después de patear dos dias la feria no me ha impresionado ningún producto, incluso hay bastantes que me han decepcionado, pero alguno estuvo bien.
Hagamos un brevísimo repaso:

- Gustado: que los fabricantes necesiten a marchas forzadas tener otros sistemas operativos, para que la omnipresencia de Android, la omniNOpresencia de iOS, no les encasille. A la salvaguarda vienen los Windows Phone y otras iniciativas con poco empuje o mala suerte, Blackberry 10, Linux, etc

- Que mal !: el stand de Microsoft con su Windows Phone. Realmente penoso por su tamaño y sobre todo por su personal: tuve que pelear con ellos para que no me dijesen que los 4 teléfonos que tenían allí funcionaban con Windows 8 !!! hasta que vino el guiri que si sabía y me reconoció que si, que las azafatas estaban equivocadas y que realmente funcionaba con Windows 7 !!! yo me partía...

- Impresionado: el beta teléfono de Nokia 808 Pureview con una cámara de 41 megapixels. ¿ Para que porras necesitamos 41 Mpx en un teléfono ? Para nada, pero el precio, unos 390€ en un par de meses, y las aplicaciones que los atentos demostradores de Nokia se afanaban a mostar: que si puedes hacer un zoom dentro de la foto, que si interpolando imágenes el vídeo en HD queda espectacular (cierto).

- Gustado: el ambiente que se vivía en los pabellones de desarrolladores, sobre todo en el Wip Jam, donde hasta 700 personas nos encontramos todo el jueves para aprender y compartir experiencias de movilidad.
El 90% era gente de fuera y hablado en inglés, como todo el MWC.

- Que mal !: los alborotadores que aprovechaban la manifestación de los estudiantes, y que estuvieron a punto de joder la feria el jueves... a mi no me cayeron ostias de milagro, ya que pasaba por delante cuando empezó el percal.