Muchas cosas he visto hoy, algunas novedades medio secretas que por respecto no voy a enseñar ni hablar de ellas públicamente, pero si, novedades hay para el I/O , como no podía ser de otra forma. En breves días empezaremos a desgranarlas.
Pero lo más interesante siempre es conocer a gente, y aún trabajando en la todo poderosa Google y teniendo muchas veces un secretismo obligado, la parte personal y su vivencia es la que más me atrae. Y es que además la famosa forma de ser de los californianos es pura realidad aquí, todo el mundo es abierto, comparte todo y está encantado y maravillado de que hagamos el esfuerzo por venir aquí desde lejos.
Así por ejemplo saber como la gente viene a trabajar a este enorme campus. Una persona que conocí hoy se desplaza 5 horas, ida y vuelta, a diario para venir a echar sus horas aquí. Medio camino lo hace en su coche particular, hasta que llega a una de las muchas rutas que Google tiene de autobuses hacía Mountain View.
Los cafés, the cafeterias, como las llaman aquí, que tienen la famosa y excelente comida y bebida gratis permanentemente, son el centro de reuniones, y aunque todo el mundo va rápido de reunión en reunión, muchos ratos de conversación son albergados en estos puntos neurálgicos del ecosistema google.
Que placer comer cosas tan bien hechas, y sobre todo sanas, viendo como los pajaritos revolotean alrededor y los deportistas se baten en un volleybol bajo los perfectos y con brisa 25 grados que caían hoy en MTV.
Me hizo gracia tambien el ver una calle cortada con el rótulo de que no dejan pasar coches pues unas aves han decidido anidar allí y quieren mantener su ecosistema. Impresionante. Esto ya es un tema del municipio, y no de Google, pero genial igualmente.
Algunas fotos y más en mi Instagram.
Ya pasé antes de que arrase la gente de fuera, por el Google Store, pillé los pedidos que tenía, y en un rato me voy al Walmart, a ejercer de americano puro y darle a la tarjeta de crédito, puro consumismo, aunque lo mío será testimonial.