En los múltiples viajes que he realizado a California en los últimos años siempre tengo 4 sensaciones temporalizadas:
- Una excitación previa, donde por meses preparo el viaje con máximo detalle, y los que leéis esto y habéis viajado conmigo sabéis que menciono la frase de La Caza del Octubre Rojo: “Los rusos no salen ni a mear sin un plan”. En esto soy muy ruso :)
- Una libertad y disfrute intenso mientras estoy allí, normalmente 2 semanas.
- La dubitativa sensación de la vuelta, que se me pasará en dos días, ya que tengo trabajo y proyectos sin parar para los próximos 8 meses.
- La ilusión de que en breves meses volveré a estar allí, seguramente a mediados de octubre.
En esto influye que en este viaje curiosamente me volvieron a mencionar dos frases tópicas, y no una ni dos, sino varias personas, algunas muy muy influyentes:
- “Andreu está más en California que en otra parte”, ya que se da muchas veces la circunstancia de que mis capacidades de tejedor de relaciones hacen que gente que vive allí mismo ni se vea, y yo si que haga que se vean.
- O la de: “Cuando te vienes a vivir aquí?” o más directa “No te gustaría venir a vivir aquí?”
Y sí, de nuevo este viaje ha sido genial, super productivo en nuevos conocimientos, contactos, vivencias, amistad, y de todo. Y es que como los que me seguís por las redes sociales habéis visto, no he parado un momento, es más, he cargado 3 veces de gasolina el coche, o sea que además he hecho más de 1.000 kms allí.
Y siempre siguiendo mis planes realizados con antelación empecé de nuevo visitando la ciudad de San Francisco, donde paré tan solo un par de días esta vez, visitando a mis buenos amigos y compañeros de mil luchas Carlos y Candela, ahora en modo “locals”, que quiere decir que viven allí ya.
El fin de semana fué de compras y tranquilidad para matar un poco el jetlag, incluyendo una larga excursión, primero a la Universidad de Berkeley que ellos no habían estado, y después a la costa del Pacífico con Candela y visitando a Cecilia Abadie, amiga también y tecnóloga.
Una fallida salida de compras después de recibir a la Laura en el aeropuerto dió paso a una visita tópica que por diversas causas nunca había realizado, ver la isla de Alcatraz, ahora convertida en parque nacional. Y junto a mi amiga Laura, líder española del Women Tech Maker de Google, visitamos la isla.
La verdad es que me gustó la visita por varias razones, primero por que la composición del lugar la ideaba diferente, y también por que como bien saben hacer los americanos con su sucinta historia, estaba muy buen explicada, sobretodo gracias a la audio guía gratuita que te explica todos los recovecos y la historia del lugar.
Y ese lunes después de realizar media jornada de turismo con un excelente tiempo, orienté mi Toyota Camry último modelo (y el coche más vendido de América) hacía el valle, el Silicon Valley. Allí empezaba la vorágine de la semana más Googley del año, primero con las actividades de los Google Developer Groups venidos de 70 países y en número de 400 personas. Después de dejar mis maletas en el apartamento que uso cuando estoy allí, a escasos metros del mismo campus de Google, llegaba el momento de la cena del Summit de los GDG venidos de todo el mundo, que se realizaba en uno de los múltiples conjuntos de edificios que Google tiene por toda la zona de Mountain View. Allí encontraba a mis compañeros de España, que en número de unos 25, venían de los 25 GDG que tenemos organizados aquí, bajo el nombre de GDG Spain.
Este primer encuentro social tiene algunas características curiosas, como una enorme mesa donde muchos grupos traen comidas típicas y chocolates, para pasar al también curioso intercambio digamos de bebidas espirituosas, donde los mejicanos, polacos, turcos y ucranianos acostumbran a ganar. Todo previo relleno estomacal de la típica comida servida por Google, que nos alimenta durante toda la semana siguiendo el tópico de la pelicula “Los Becarios”, “puedo coger otro plátano ? si, claro, es gratis, y otro ?? también, lo que quieras, es gratis todo,
El martes ya se pasa a desarrollar la jornada seria, el denominado GDG Worlwide Summit, para todos los líderes de las comunidades que asistimos al congreso de Google, el I/O.
Detrás de la tela de GDG Spain me veréis.
Ahí Google comienza a entregarnos SWAG, léase regalitos de todo tipo, y en los cúales este año han vuelto a portarse, y ya les vale después de incrementar el precio de la entrada al congreso a 1.150 $
Y tras todo un día de charlas e interacciones nos dirigimos rápidamente a buscar el badge para acceder al evento, bueno no en mi caso que al dormir a 3 minutos del evento ya lo recogí a las 7 de la mañana. Sí, a las 7, las jornadas de esta semana son siempre larguísimas.
Aquí os muestro un vídeo de los varios que encontraréis en mi canal de Youtube, que grabé para los eventos I/O Extended de los GDG españoles.
Pero antes de acabar el día recibimos el “cariño” de múltiples empresas que buscan aprovechar la venida de tanto developer de Google al valle para explicarles sus productos y a la vez dorarles la píldora con comida y regalitos.
Este año Intel volvía a dedicar un enorme recinto al tema, pero le salió un competidor de primera, y es que Netflix montó una fiesta al lado mismo del Campus de Google, en el Computer History Museum donde tantas veces he paseado y trabajado (allí tengo un Liquid Galaxy instalado). Y aunque hubo muchos colegas que asistieron a ambos eventos yo preferí quedarme en el CHM, donde visité por enésima vez las exposiciones en compañia del amigo Joan del GDG Barcelona.
Mi típica foto con los Commodore AMIGA y demás ordenadores de la marca para la que trabajé.
En el set de Stranger Things
Y ya llegó el miércoles, donde el espectáculo real empezaba, y donde los alrededor de 7.000 desarrolladores y prensa venidos de todo el mundo, nos dábamos cita en el Shoreline Amphiteatre, recinto de conciertos a 500 metros del campus de Google y que ya fué la ubicación el año pasado.
Y sí, muchos íbamos espantados, la experiencia del año pasado la podíamos definir como nefasta, ya que una metereología adversa de calor, y una mala previsión en las instalaciones nos hicieron pasar un mal I/O, mi sexto en este caso.
Momento desayuno del primer dia:
- Carpas mayores: el año pasado fué un suplicio, las salas eran pequeñas y las colas encima al sol inacabables.
- Sistema de reservas, a través de la app o la web podías reservar asiento, y aunque tenía muchas dudas la verdad es que funcionó perfecto el sistema y creo todo el mundo tuvo de nuevo una buena experiencia I/O.
- Sombras, aunque el sol no le dió tanta caña como el pasado congreso, abundantes sombras y fuentes de agua fresca ayudaron a llevar bien el tema temperaturas.
A lo que hay que añadir otros detalles:
- Una mejor comida.
- Swag, donde se regaló a todos los asistentes un Google Home, 700$ para servicios de Google Cloud, un libro de fotos y un descuento para la compra de un móvil Pixel. Además compañeros consiguieron diversas recompensas por realizar talleres, como figuritas de Android, kits de IoT, o en mi caso, que al asistir a la única charla que tocaba el tema educación, se nos casi regaló el Chromebook más potente que sale al mercado en días, el Samsung Chromebook Pro.
- Dos excelentes noches, con diversas actividades lúdicas la primera y un excelente concierto de LCD Soundsystem de Nueva York que tuve la ocasión de compartir con la compañera Ana en las lides del programa GSoC.
Y por continuar el hilo saltamos a la primera keynote del congreso, la inaugural, donde Google pone toda la carne en el asador y nos impresiona, normalmente.
Anecdóticamente ahí unos cuantos GDG, incluyendo a mis colegas Reinaldo y Joan, siempre nos quedamos de pie un rato, haciendo fotos y captando el impresionante ambiente.
Las sesiones de fotos siempre dan por resultado las nuevas de perfil que durarán tiempo en las redes sociales, y así Joan y yo intercambiamos pose debajo del logo del I/O en el escenario principal, mientras los miles de desarrolladores locales y otras decenas de miles por todo el mundo, jugaba a enviar burbujas a la pantalla para hacer ambiente.
Este año además se hicieron dos keynotes, la segunda más especializada en temas de desarrollo donde la estrella fué la incorporación de Kotlin a la familia de lenguajes para programar Android, lo que arrancó aplausos de los asistentes.
Una vez pasadas las dos keynotes, y ya con la tripa llena y la alegría de que Google nos regalaba un Home y un álbum a todos, empezaban las charlas. Un montón de tracks simultáneos en un montón de carpas de tamaño y formas variadas se llenaban de los miles de developers yendo a todas partes para buscar el contenido que les interesase especialmente.
De este kit vais a oirme hablar mucho en los próximos meses.
Aquí podéis ver un vídeo explicativo que grabé para el evento de educación EGGApps del País Vasco, junto al jefe de producto del Google Assistant SDK, mi amigo Alfonso Jordana.
Ya caída la noche y llegado el frío llegaron las actividades extra. Es curioso como cambian radicalmente las temperaturas en la zona, donde el concepto de vestir cebolla se entiende, y es que hay que llevar múltiples layers que te puedas ir quitando o poniendo según se desarrolle el momento.
Los dos días restantes se desarrollaron a todo ritmo, con un ir y venir siempre frenético en la zona, pero con la tranquilidad de que el sistema de reservas y las sombras lo solventaban todo.
Un evento particular y VIP fué la visita al Partner Plex, edificio del campus que ni los mismos Googlers pueden entrar, pero que yo ya conozco de have 3 años, donde ayudé en la instalación del mayor Liquid Galaxy del mundo:
El viernes tuve la invitación de mi compañera Laura de asstir a una cena del grupo de las Women Tech Makers, y en una casa que seguro valia más de 6 ceros, pasamos una agradable jornada junto a Ana y otras chicas.
El sábado volví a la Maker Faire de San Mateo, el mayor evento maker del mundo que ya he visitado otros años. Allí dediqué especialmente un rato al tema ROV, nuevo proyecto que lanzo desde LleidaDrone, donde ya había quedado con los amigos de OpenROV. Aquí tenéis un vídeo explicativo en inglés:
El domingo volví por nimeacuerdocuantasvecesheido a ver la grabación de TWiT, esta vez con Cecilia, donde pasamos un agradable rato en los estudios, siendo saludados efusivamente por Leo Laporte.
Y ya el lunes para acabar el viaje, me acerqué a las oficinas de OpenROV en Berkeley, en el más puto estilo de startup de garage, donde pactamos una colaboración para con LleidaDrone y las múltiples actividades que vienen.
La foto final no es de Google, y si de un nuevo y colorido logo de Facebook, donde estuve el lunes. Pero eso es otra historia ,)
Si has llegado hasta aquí... gracias, y espero que este pequeño reportaje te haya servido para algo.
Hasta pronto.